Soy empresaria. Es complicado y arriesgado emprender una nueva empresa. En ocasiones no tener a nadie con quien contrastar las ideas o compartir los éxitos. No es mi caso. Tengo un aliado incondicional.
Yo creo que es un error no tener cerca a personas que den consejo y nos indiquen los fallos potenciales de la estrategia o iniciativa. Sobretodo es muy importante conocer a la oposición. Si sabes qué piensan tus oponentes podrás desafiarlos más efectivamente y desactivar los intentos de socavar los planes.
A pesar de que las relaciones con los aliados y los oponentes son esenciales hay otras personas que también influyen en el éxito y que generalmente están involucradas, son los que no se comprometen pero que de alguna manera son parte del proyecto (Socios, familiares de los socios, proveedores, etc). Tratar con éstas personas no es tarea sencilla. Personas a las que no les importa la iniciativa pero si les importa su propia comodidad, la rentabilidad y seguridad de su status quo. Por lo general son personas que han participado en varias startups y saben que estos retos desorganizan su vida y su futuro.
El emprendedor debe ser en todo momento líder. Tendrá que afirmar que reconoce las dificultades y los esfuerzos que todas las personas involucradas deberán hacer para iniciar ésta nueva empresa.
Hay 4 clases de acciones muy efectivas para controlar la resistencia de las personas hacia el líder al iniciar un nuevo negocio.
Para “sobrevivir” a este reto de emprender, el líder tendrá que escoger un momento vital para reflexionar sobre las circunstancias vividas en el día a día, renovar la estabilidad emocional y volver a calibrar su alcance moral. El riesgo radica en que los patrones de defensa de una persona que tiene autoridad, generalmente suelen aislarla de la templanza. La presión por obtener resultados puede llevarla a generar ciertos comportamientos deshabilitantes. El cinismo disfrazado de realismo, socava la creatividad. La arrogancia, muchas veces presentada como conocimiento, extingue la curiosidad y las ganas de investigar o escuchar la opinión de otros. La crueldad, representada como experiencia de varios años , impide la compasión hacia los demás.
La realidad es que no es posible conocer las recompensas del emprendedor sin experimentar también la angustia y el dolor. Uno de los profesores que más ha dejado huella en mí, el Dr. Ramón Ibarra dice que un líder emprendedor debe tener la capacidad de tragar tornillos y digerirlos.
Estoy convencida de que si alguien trabaja arduamente a la hora emprender, sus instintos tendrán que ser correctos. Sus pensamientos y emociones estarán basados en el conocimiento y la empatía y por lo tanto serán buenos, se hará Empresa.
Después de todo vale la pena emprender, mantenernos en el juego y soportar la adversidad, no solo por los cambios positivos que podremos hacer en nuestra vida y la vida de los otros, sino por lo que significa ser un verdadero Líder.
¡Espero sus comentarios!
Silvia Ahumada (@silvia_ahumada)
Profesora de Dirección de Personas
Nota: Para aprender de una forma práctica y rápida sobre éstos conceptos, le invitamos a que consulte la Especialidad Europea en Dirección de Personas.
* Los contenidos publicados en este post son responsabilidad exclusiva del Autor.
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Fuentes:
Notas del Autor
Elmer Edmundo Ortiz Martinez
comento el día 02 de marzo a las 3:10 am (#)
que bueno haberlos encontrado
Silvia Ahumada
comento el día 02 de marzo a las 9:46 am (#)
Muchas Gracias Elmer, espero te sirva
Saludos