El crecimiento del Comercio Internacional y la apertura económica como resultado de la globalización, han fomentado la necesidad de desarrollar herramientas financieras dentro del ámbito internacional.
Cualquier economía tiene dos tipos de mercados:
El mercado de capitales, es más eficiente y flexible que el resto de mercados, dada la libertad de movimientos de sus participantes.
La totalidad de la renta percibida no se gasta, ya que una parte se ahorra y se recicla en forma de inversiones a través del sistema financiero. Por lo tanto, el sistema financiero es todo aquello (mercados, productos, intermediarios) que permite canalizar el ahorro hacia la inversión.
En una primera aproximación, que no por simplista deja de darnos una idea de la economía, podemos considerar a ésta como un flujo circular de bienes y servicios entre empresas y familias en un esquema como este:
En efecto, las familias suministran recursos productivos (trabajo y capital) y demandan de las empresas bienes y servicios. Por su parte, las empresas necesitan mano de obra y capital para acometer su actividad productiva, la cual está dirigida a atender la demanda de las familias.
En este intercambio hay dos tipos de flujos, equivalentes, un flujo real de Factores Productivos (Bienes y Servicios), y un flujo de rentas o financiero (Salarios – Gastos de Consumo).
Este podría ser el modelo más sencillo: una economía cerrada, en el que empresas y familias se ponen directamente en contacto y llevan a cabo intercambios que satisfacen a ambas partes.
Sin embargo, en nuestros días, no podemos explicar la realidad económica sin considerar otros agentes y otros factores de gran relevancia:
1.- En primer lugar, el Estado realiza determinadas actividades que por su dimensión y su importancia no acometen por si solas las empresas, para lo cual necesita financiación. Ésta la consigue a través de impuestos o bien endeudándose.
El otro elemento, cada vez más relevante es el sector exterior y las relaciones que se establecen con él, importando y exportando bienes y servicios y tomando prestado dinero o financiando a países deficitarios.
2.- Hemos dado por sentado que las familias consumen todo lo que ganan, en realidad, las familias destinan parte de su renta a ahorrar, con lo que no toda la renta transferida por las empresas revierte de nuevo a las mismas.
Así pues, nuestro sencillo modelo económico sería, ahora, aproximadamente así:
Llegados a este punto, podemos observar como hay unas unidades económicas excedentarias (que ofrecen recursos financieros) y otras deficitarias o demandantes de recursos financieros. También hemos visto cómo aunque el sistema es circular se producen entradas y salidas de recursos monetarios, inyecciones (en el caso del gasto público, la remuneración de lo que el sistema exporta y las inversiones acometidas por las empresas) y detracciones (los impuestos, el ahorro de las familias, y las transferencias de renta al exterior por lo que importamos).
La suma del gasto de consumo de las familias, los recursos que las empresas destinan a invertir, el gasto público y las exportaciones netas (exportaciones – importaciones) es la Demanda Agregada de la economía.
En el próximo post hablaré de la Demanda Agregada de la economía.
¡Sigan atentos!
Profesor de Dirección de Finanzas
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cristian
comento el día 11 de diciembre a las 11:05 pm (#)
gracias