IEDGE – Liderazgo con Carácter


IEDGE realizó un estudio en México sobre una muestra de 1500 ejecutivos, donde se relacionan las ventas y las utilidades con el estilo de liderazgo. Como hallazgo se observó que los directivos que habían desarrollado mayores resultados ejercían el Liderazgo de Carácter, creando una especie de resonancia al generar armonía –como en la música-  equilibrando todos los elementos en la organización por medio de su ejecución con las personas.

Diversos estudios, incluido este, demuestran que mientras más estilos exhiba un líder, es mejor. La efectividad en los resultados radica en lograr cambiar con flexibilidad de un estilo a otro según se presente la situación a resolver. Cada tipo de liderazgo produce vínculos  distintos entre los colaboradores y refleja también distintos comportamientos y valores del líder.

Para reducir los errores en la dirección de personas, lo mejor es contar con un modelo consistente y general que nos permita analizar cada situación de acuerdo a sus particularidades y razonar y sustentar lógicamente nuestras decisiones y acciones.

Entonces el liderazgo de carácter no es una posición o una función es un “proceso” que tiene inicio y fin.

Hemos distinguido el término de Liderazgo de Carácter como “El proceso flexible en donde se manifiestan ciertos comportamientos humanos para el logro de resultados, comportamientos que se fundamentan en el carácter personal”  (Silvia Ahumada, 2005)

Tal como lo afirma Álvarez de Mon ( 2003) el carácter es un músculo espiritual, ya no hay lideres, el liderazgo se da en el ejercicio del carácter. El perfil de cada persona está definido por la capacidad en potencia al momento en el que cada persona y el equipo la solicitan y posteriormente le reconocen. Esta flexibilidad es difícil a la hora de la acción pero es muy efectiva para lograr resultados a través de otros, y lo mejor es que el carácter – como base del comportamiento– puede cambiar por medio de la práctica y el aprendizaje.

Lo que resulta novedoso en la investigación es que presenta una detallada descripción de cómo los diferentes comportamientos afectan en el desempeño y los resultados. Brinda una idea clara de los comportamientos contrarios de cada estilo, cómo se puede reflexionar para lograr un cambio de comportamiento con flexibilidad y finalmente  oportunidades de mejora de cada estilo en relación con el comportamiento de los seguidores:

  • Colaboradores de acción física. Cada miembro aporta su fuerza física y su voluntad para lograr un efecto. El comportamiento clave se denomina colaborar.
  • Colaboradores de precisión. Llevan a cabo tareas caracterizadas por acciones físicas complejas que se ejecutan de manera individual y de acuerdo a una pauta detallada y precisa. La actividad fundamental es concertar.
  • Colaboradores de coordinación. Los miembros realizan acciones diferentes que deben concordar y conjugar para lograr el resultado deseado. Cada uno decide cuál es la acción que se requiere de él en cada momento; no existe ninguna pauta. La actividad física y la intelectual son complejas. El comportamiento clave es coordinar.
  • Colaboradores de pensamiento. Utilizan de manera sinérgica sus conocimientos e inteligencia, a fin de identificar problemas, encontrar soluciones o crear modelos y conceptos; casi no existe actividad física y la intelectual es compleja. La acción fundamental se denomina corregir.

Poner en práctica motivos para inspirar e impulsar el desempeño personal y de los otros, la consecución de metas compartidas, el entusiasmo para conseguir los resultados de negocio, el sentido de pasión, la fuerza motivacional y el reconocimiento de logros en el trabajo son las claves para desarrollar este tipo de liderazgo.

En IEDGE  nos interesa medir el grado de liderazgo que el directivo o gerente desarrolla en la empresa, ya sea como colaborador o director de personas a su cargo, para diagnosticar si gestiona con  poder o autoridad,  si su dirección es a través de la negación o la afirmación, empatándolo con la consistencia en los resultados que esto genera en el cumplimiento de la estrategia.

Finalmente el liderazgo de carácter es esa relación de influencia entre el carácter del líder y carácter del colaborador. Los líderes más efectivos han logrado dominar el arte de la relación personal, la comunicación y los resultados.

Silvia Ahumada (@silvia_ahumada)

Profesora de Dirección de Personas

Nota: Para aprender de una forma práctica y rápida sobre Inteligencia Emocional , le invitamos a que consulte la Especialidad Europea en Dirección de Personas.

* Los contenidos publicados en este post son responsabilidad exclusiva del Autor.

Fuentes:

Notas del autor

Álvarez de Mon ( 2003) 

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